Reflexiones de una voluntaria en Elín


En la Biblia, se habla de un oasis llamado Elín, un lugar de bendición, de reposo, donde las necesidades son satisfechas, donde poder descansar y retomar fuerzas. 
En Ceuta, existe ese mismo lugar, ese punto de descanso y de encuentro para aquellos que iniciaron tan largo viaje, algunos hace ya un tiempo… algunos todavía por comenzar. 

Desde hace ya demasiados años… se vive una realidad intolerable en nuestras fronteras. Un drama humano, distorsionado por la mayoría de medios de comunicación y los discursos políticos,  alimentado por aquellos que financian tratados y presentan y aprueban leyes que violan los derechos fundamentales, el derecho internacional, europeo e incluso nacional. Se trata de una situación además silenciada por aquellos que incluso teniendo las facultades de observar y la capacidad de actuar, caen en el cómoda y dramática postura de la inacción. 

Este tipo de reflexiones, te conducen siempre a una gran frustración. 

En medio de esa pesadilla (pero el mundo no sueña, todo lo que vemos en él… ocurre de verdad)… está la Asociación Elín. No descubrí la Asociación del mismo modo, no recorrí miles de kilómetros hasta llegar allí, no tuve que a travesar desiertos ni cruzar fronteras… Llegué sin arriesgar, cuando algunos lo arriesgan todo, incluso la vida, en el intento por alcanzar un lugar donde vivir sea sinónimo de paz y de oportunidad. Pero si bien nuestros pasados fueron muy distintos antes de encontrarnos… Cada una de las personas que conocí en Elín ha sido parte de ese oasis que me ha acogido durante varios meses y que me ha dado la vitalidad para seguir mi camino.

Gracias a todo el equipo, que dedicáis lo más importante que es el tiempo y el esfuerzo a la defensa de la justicia cada día… Y a cada una de las personas que llegan y que participan en la Asociación, que son un ejemplo de lucha, de superación y de dignidad. Habéis convertido este oasis en un lugar donde aprender, donde crecer, donde conocerse, donde guiarse, donde ser mejor persona. Gracias por recibirme, acogerme y enseñarme a cada instante.

Este tipo de realidades, te llenan siempre de una gran esperanza en el ser humano y en la justicia. 

Porque Elín son las huellas de tantos caminos emprendidos, es el oasis en el camino que deja huella.

*

A todos aquellos que luchan por la paz y por la justicia.

Victoria

Elín en el Mercadillo Juvenil de Navidad

El viernes 19 de diciembre participamos en el Mercadillo Juvenil de Navidad con nuestro puesto de trabajos artesanales de Elín donde pusimos a la venta una gran variedad de velas decorativas y de bisutería. A lo largo del día estuvimos colaborando varios participantes del taller de velas y voluntarios de la Asociación. 
Estamos muy contentos de las ventas realizadas ya que los beneficios obtenidos van íntegramente destinados a las personas migrantes que participan en el taller de velas que llevamos a cabo de lunes a jueves por las mañanas en la Asociación. Por este motivo, la compra de cada vela es una manera de contribuir a la realización profesional y personal de las personas con las que trabajamos, quienes obtienen por esta vía algo de dinero mientras residen temporalmente en la Ciudad Autónoma. 
Así pues, la elaboración de velas artesanales es algo más que un simple taller. En Elín tenemos como objetivos fomentar el compañerismo y la integración, el aprendizaje del español y proporcionar una formación gracias a la cual puedan obtener una retribución económica justa y digna para que cada una de las personas que participan con nosotros sientan realmente realizadas. 
Sin embargo, también estamos muy satisfechos de haber podido dar a conocer la labor que viene realizando Elín desde hace ya más de 15 años. En efecto, a lo largo del día fueron muchas las personas que se interesaron por conocer más quiénes somos, cuál es nuestra labor en Ceuta y la causa y los principios por los que alzamos la voz.
Desde Elín damos las gracias a todas y cada una de las personas que colaboraron de forma solidaria con nosotros, porque cada llama de nuestras velas es una chispa de esperanza que nos ilumina para seguir luchando por los principios en los que creemos: la dignidad, la igualdad y los derechos humanos de TODOS. También os recordamos que siempre podéis acercaros a conocernos y echar un ojo a todos nuestros modelos de velas en la Asociación… ¡Seguro que te encantan!

Si quieres leer más sobre el mercadillo juvenil y sobre nuestra participación el pasado viernes, te recomendamos que visites el artículo del EL FARO de Ceuta

«LAISSER PAISSER» PARA VICTORIA


«Un hombre del pueblo de Negua, en la costa de Colombia pudo subir al cielo. A la vuelta, contó que había contemplado desde allá arriba la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos… El mundo es eso- dijo- un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay gente de fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas; algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende. «
E. Galeano; El Libro de los abrazos

Otro fueguito loco me dedicó esta historia hace un tiempo y desde entonces no se me ocurre mejor manera de llamar a esas personas que iluminan
la vida con tanta intensidad.
Así es Victoria, un fueguito loco, que desde que llegaste hace casi más de 3 meses no has dejado de encender almas en Elín.
Me atrevo a ponerle voz a todo el equipo y cada una de las personas que han compartido tiempo contigo en esta Asociación.
Queremos darte las gracias desde este blog que también iluminaste; GRACIAS compañera por todo el trabajo y la dedicación entregada,
un trabajo inigualable realizado con empeño, mucho entusiasmo, pero sobretodo, siempre con una gran sonrisa.
Enseñas con tu actitud en cada gesto regalado.
Gracias por compartir la defensa de la dignidad y la integridad de las personas.
Desde Elín te deseamos un feliz «laisser paisser», y ya esperamos tu visita con los brazos abiertos.
Migra libre, sigue encendiendo almas.