ACNUR y 80 organizaciones, entre ellas Elin, advertimos al Gobierno que el Constitucional no ampara las devoluciones en caliente tal y como se aplican.
Aunque el Constitucional avala la normativa en la que se apoya el Gobierno para ordenar las devoluciones en caliente, el Tribunal exige su aplicación en «entradas individualizadas» con «pleno control judicial» y en «cumplimiento de las obligaciones internacionales», algo que no se cumple en la actualidad.
«El Tribunal no avala el rechazo en frontera como se aplica actualmente, sino la Ley de Seguridad Ciudadana, que tampoco respalda la práctica de coger a las personas y devolverlos sin abrir un procedimiento administrativo», ha declarado a elDiario.es la portavoz de ACNUR en España.
Desde Ceuta somos testigos de cómo, hasta la actualidad, las fuerzas de seguridad devuelven de manera inmediata a los migrantes, sin identificarlos ni estudiar sus casos particulares, lo que imposibilita la aplicación de cualquiera de las garantías planteadas por el Constitucional, como atender los casos de perfiles vulnerables, pues no pueden detectarlos. Además, los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos, como la Convención de Ginebra o la Convención, prohíbe las expulsiones colectivas pues impide a los migrantes su acceso a la asistencia letrada, al derecho a intérprete y a la posibilidad de pedir asilo o recurrir su devolución.
En este sentido, la Agencia de la ONU recuerda al Gobierno que las devoluciones aplicadas actualmente en Ceuta y Melilla son inconstitucionales en base a la reciente notificación del tribunal de garantías, que aún no ha difundido la sentencia íntegra.
Se hace incomprensible la indiferencia de una gran parte de la población ante la realidad mortal, insostenible, sangrante y desesperante que vivimos. Sólo en las últimas semanas han perdido su vida o desaparecido al menos 480 personas intentando alcanzar las costas de las Islas Canarias desde Senegal.
Nosotras. Sí, tú y yo. ¿A qué esperamos para dejar de repetir una y otra vez los mismos pretextos y excusas manidas que perdieron su sentido con la primera persona que murió?
¿Por qué tu vida vale más que la suya? ¿Por qué no te indignas por cada una de las personas que fallecen y te sigues autoconvenciendo de que no puedes hacer nada?
Otra vez miras a otro lado.
Es hora de asumir las consecuencias de nuestros actos y, aunque el sistema capitalista no lo hayamos inventado nosotras, formamos parte de él.
Y sí, cuesta un esfuerzo cambiarlo. Y sí, es tan perverso y está tan bien orquestado que se ve como un imposible. Así que decides resignarte y decir “es que yo sola no puedo”.
Ya está. Y hasta aquí todo lo que podemos hacer. ¿Seguro?
¿A caso no puedes acompañar a otras personas en la reinvidicación del cambio de la Ley de extranjería y apostar por otros mecanismos que aseguren una política de migración segura y respetuosa con los Derechos Humanos?
Y este es sólo un ejemplo. Si necesitas ideas o saber más, pregúntanos, pregúntate.
Ponte en el lugar de la persona a la que le has comprado alguna vez una pulsera o un paraguas, a la que ves cuidar a tu familia, a la que ves limpiar la mesa de tu oficina, a la que te trae el pedido que has hecho por internet, a la que te sirve un café, a la que se sienta a tu lado en el bus, a la que como tú lo que quiere es ser feliz.
¿O es que la felicidad sólo es algo que nos pertenece a las que vivimos de este lado?
Porque la reivindicación que muchas personas hacemos es que la política actual de la Unión Europea y de España está obsoleta, no funciona, es mortífera. Y aquí no hay lados que valgan.
No repitas, ni apoyes viejos discursos esterotipados de épocas pasadas, que apelan al miedo y que evocan recuerdos heredados no vividos que al repetirlos, no haces otra cosa que volver a cometer los mismos errores del pasado que ensangrientan tus manos y te hacen cómplice de delitos con los que ni siquiera estás de acuerdo, pero que aceptas por no hacerte la pregunta adecuada.
“No sólo mata el que asesina. También arrebata la vida quien deja morir.”
¿Y tú quién quieres ser?
En el día de hoy, toda la familia ELIN queremos unirnos a todas las muestras de apoyo por la muerte de nuestros hermanos y de nuestras hermanas africanas que mueren intentando alcanzar las costas de Europa.
Este mes de noviembre también ha estado marcado por las restricciones sanitarias para hacer reuniones y concentraciones por lo que se decidió hacer el Circulo de Silencio Online, vía Zoom.
Más de una veintena de personas se unieron y se solidarizaron en este Círculo.
Compartimos el vídeo completo:
COMUNICADO:
Hoy, segundo miércoles del mes de noviembre, nos volvemos a unir en Ceuta para defender la dignidad de las personas inmigrantes, una dignidad que vemos pisoteada por las políticas migratorias españolas y europeas.
Hoy, son numerosas las fronteras que siguen siendo, cada día, lugares de violación de los derechos humanos y de la dignidad de cada persona, dando lugar a continuas muertes en el mar.
Un total de 1.426 personas han muerto en lo que va de año en diferentes rutas migratorias de todo el mundo, siendo la del Mediterráneo la más letal, según un estudio publicado por la Organización Internacional para las Migraciones.
La llamada Ruta Canaria se encuentra desde hace meses en cifras que no tienen precedentes desde la crisis de los cayucos de 2006-2008, con más de 13.000 llegadas a las islas en lo que va de año. Esta ruta atlántica comenzó a reactivarse en agosto de 2019, según revelan los datos del Ministerio español del Interior, cuando se cortaron a la mitad las entradas irregulares por el Estrecho y por las ciudades de Ceuta y Melilla, debido al mayor control, represión y persecución en el lado marroquí.
Esto acabó abriendo otra vía y empujando a los migrantes hacia la ruta del Atlántico, más extensa, más difícil de controlar y mucho más arriesgada. La ruta de las Islas Canarias es conocida desde hace ya tiempo por ser la más mortal del Mediterráneo, pero ha sido en el año 2020, cuando se ha hecho más evidente esta tendencia.
Las salidas tienen lugar desde Mauritania, Senegal y Gambia en un trayecto que comporta hasta 1.700 kilómetros de navegación por el Atlántico algo que ha dado lugar a varios naufragios. Las personas que emprenden esta ruta tienen que pasar días, a veces incluso una semana completa en el mar, casi siempre enfrentándose a condiciones meteorológicas y vientos adversos. Su única esperanza es un rescate de Salvamento Marítimo, pero la zona de búsqueda y rescate de la organización española es de un millón de kilómetros cuadrados. Este es un territorio inmenso si una embarcación se ha perdido, un motor ha fallado y con gente a bordo sin ningún medio de comunicación en el Atlántico.
Uno de los sucesos más dramáticos ocurridos este mes pasado ha sido el naufragio de una embarcación que partió de Senegal el 24 de octubre, desde la localidad de Mbour, rumbo a las islas Canarias. La embarcación naufragada transportaba a unas 200 personas, pero solo 59 de ellas fueron rescatadas con vida tras la intervención de barcos oficiales de Senegal y España y de pesqueros que faenaban en la zona. Se han localizado al menos 20 cadáveres.
Según dirigentes locales citados por la OIM, la embarcación se incendió solo unas horas después de zarpar tras la explosión del motor y se hundió cerca de Saint-Louis, en la costa noroeste del país africano. Al menos 140 migrantes y refugiados han perdido la vida frente a las costas de Senegal, en el naufragio más mortífero registrado en lo que va de 2020 pero no el único, en este mismo año han muerto en esta ruta al menos 414 personas.
Debido al aumento de las llegadas a las Islas Canarias, ahora mismo hay más de 1.000 personas migrantes hacinadas en un recinto en el que tan solo podrían estar unas 420, y al menos hay 45 positivas por Covid, en ese campamento que no reúne el espacio, ni las infraestructuras adecuadas ni tampoco unas óptimas condiciones higiénico-sanitarias. Además hay muchas más perdonas en tiendas de campañas hacinadas en las playas.
A esta situación de violación de derechos se le suma que, tras ocho meses en suspenso, forzado por el cierre de fronteras impuesto por la pandemia, el Ministerio del Interior reanudará la expulsión a Mauritania de inmigrantes llegados irregularmente a Canarias.
Según fuentes conocedoras del operativo, el primer vuelo de deportación se realizó ayer. Mientras aumentan las muertes y desapariciones en el mar, la Frontera Sur se va blindando en Ceuta. En algo más de 8 kilómetros se está retirando la alambrada y se ha colocado la valla más alta que hasta la fecha había planteado Interior para las dos ciudades hermanas. Diez metros de altura, diez metros de trabas para los que quieren llegar a Europa por las puertas de Ceuta o de Melilla. Es la auténtica ambición hecha realidad del ministro Fernando Grande-Marlaska.
También queremos recordar a todos los que buscando una vida mejor, siguen lanzándose al mar nadando o en pequeñas lanchas desde las costas de Marruecos a Ceuta o la península, dando lugar a varios desaparecidos y muertes cuyos cuerpos a veces aparecen en la playas de nuestra ciudad.
Hoy queremos denunciar con todas nuestras fuerzas, este control férreo de fronteras por mar y tierra, que cada día va aumentando los fallecidos o desaparecidos ahogados en el mar, atrapados por un Estrecho que no cesa en el número de tragedias, en un Estrecho convertido en la gran fosa común de cadáveres nunca identificados.
¡No nos vamos a acostumbrar a estas tragedias frente a nuestros ojos! Hoy, una vez más, en silencio, exigimos vías seguras y legales. Que nuestro silencio sea el grito de todas y todos los que sufren estas situaciones o os que no han podido llegar para hacer escuchar su voz.