Ayer, segundo miércoles de marzo, tuvo lugar el Círculo de Silencio, acto de solidadidad con las personas migrantes y refugiadas en el que participamos todos los meses.
Nos reunimos alrededor de unas 90 personas; esperamos que la participación aumente cada mes y las conciencias sigan despertándo.
Queremos una Europa humana y solidaria, no sólo responsable y fiel a la legalidad y al derecho humano de asilo, sino también de una Europa que reconoce su responsabilidad en el drama de las personas refugiadas.
Con ello, la imagen de una Europa de los mercaderes vuelve a emerger como escandaloso colofón a la larga serie de acciones caóticas, confusas y represivas que en los ultimos meses vienen adoptándose contra los refugiados en la Frontera Este.
El acuerdo adptado con Turquía VIOLA LOS CONVENIOS INTERNACIONALES EUROPEOS ratificados por los Estados miembros que prohíben expresamente la devolución de personas que son objeto de persecución o víctimas de guerra. Es, por tanto, INAPLICABLE. Además, supondrá un incremento mayor si cabe del inmenso salldo de sufrimiento, dolor y muerte por parte de quienes siguen arriesgando cada día su vida mientras buscan bienestar, seguridad y protección a las puertas de Europa.
Pedimos a los Estados miembros que defiendan la Convención de Ginebra y se atengan a los valores proclamados en sus constituciones. Instamos, una vez más, a la UE a que ofrezca CANALES LEGALES Y SEGUROS para acceder a nuestro territorio, garantizando la PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS y la DIGNIDAD de estas personas que huyen del terror y la desesperación.
Por ello, expresamos nuestro rechazo inequívoco a este acuerdo, que condena a todos los seres humanos – mujeres y niños en su mayoría- a ver cercenados sus anhelos de libertad.
También queremos denunciar las violaciones de DERECHOS HUMANOS que se están realizando en Marruecos, donde las fuerzas de seguridad marroquí están persiguiendo, maltratando y deportando a los inmigrantes que se encuentran cerca de las fronteras con Ceuta y Melilla, a la frontera de Mauritania, en pleno desierto y en situación de abandono.